5G, conspiraciones y el por qué debemos informarnos sobre tecnología
La actual situación de emergencia global, sin duda alguna, está siendo un parteaguas en todo ámbito de la sociedad humana. Las importantes transformaciones que esta pandemia está provocando no tienen antecedentes en la historia de la humanidad. A pesar que situaciones sanitarias similares se han registrado en otros momentos, existe un componente determinante en la forma en que experimentamos y enfrentamos esta situación, la tecnología digital. Esta ha permitido que exista, más que en ningún otro momento de la historia, un nivel de conectividad nunca antes experimentado por los seres humanos.
Los significativos avances científicos y tecnológicos de las últimas décadas, han permitido construir infraestructuras y dispositivos de bajo costo, extendiendo la cobertura de comunicación a cada vez más lugares a nivel mundial. El mejor ejemplo de esto es internet, esa red global que nos permite intercambiar información y comunicarnos en tiempo real con otras personas, independientemente del lugar del planeta donde se encuentren.
Pero más allá de facilitarnos las comunicaciones, internet se ha convertido en un espacio donde se tejen complejas redes de relaciones sociales que alcanzan todos los aspectos de la vida humana. Desde la forma en que se realizan transacciones económicas, hasta la manera en que accedemos a conocimiento y aprendemos. Estas situaciones se han evidenciado y potenciado, aún más de lo que ya venía siendo, durante la pandemia que estamos atravesando.
Sin caer en juicios morales sobre si está bien o está mal que esto suceda, la digitalización de la vida en sociedad es ya una realidad que difícilmente podremos detener. Además ¿quién la quisiera detener?
El incremento en el uso de servicios y plataformas digitales ha posibilitado la construcción de espacios colaborativos virtuales para sacar adelante actividades educativas, comerciales y laborales, entre otras, durante esta pandemia. Esta situación ha traído a la opinión pública, nuevas preocupaciones y debates acerca de la tecnología digital, algo que en muchos países de América Latina se había retrasado. Sin embargo, discutir sobre los efectos a corto y largo plazo de las nuevas tecnologías en nuestras vidas y cómo están transformando la sociedad, requiere responsabilidad y coherencia, para no crear pánico y desinformar a otras personas.
En la actualidad hemos incorporado la tecnología digital de tal manera que, es común que en conversaciones con familiares o amigos se discutan temas como el meme o hashtag en tendencia, preocupaciones sobre si Facebook o Google escuchan nuestras conversaciones o si la nuevas tecnologías digitales destruirán la vida tal como la conocemos, creando todo tipo de teorías conspirativas, las cuales presentan un futuro distópico al mejor estilo Mad Max o Black Mirror, alternando la responsabilidad de este fatídico destino a la tecnología más reciente o al menos a la que recién escuchamos que existe.
En las últimas semanas ha sido el turno de la tecnología 5G, circulado una importante cantidad de noticias sobre las repercusiones que esta tendría sobre la salud humana, tomando desafortunada relevancia su supuesta vinculación con la propagación del Coronavirus SARS Cov-2. Algunos incluso se atreven a especular sobre un nuevo orden mundial y la utilización de esta tecnología para el control mental, y de esta manera influir en nuestras voluntades, cual película de zombies.
A estas alturas, evidentemente muchos generadores de opinión, influencers, académicos y políticos buscan apropiarse de la discusión sobre tecnología, desafortunadamente algunos lo hacen de manera irresponsable y poco informada, arrastrando consigo a quienes sin contrastar o verificar la información replican estas ideas, dando fuerza a fake news o bulos, que transitan por las mismas rutas del “terraplanismo” o los movimiento antivacunas.
Discutir las dimensiones políticas de la tecnología, es sin duda uno de los puntos que más interés debería despertar en todo usuario o usuaria de recursos y espacios digitales actualmente. No obstante, pensar en conspiraciones que colocan a la tecnología cómo ese monstruo apocalíptico que vino a destruir nuestra aparente calidez humana o como la culpable del colapso de la sociedad, las luchas sociales y la familia, no lleva a ningún sitio más que a la confusión, las visiones tergiversadas de la realidad y en la paranoia provocada por una forzada hipercrítica social, que al final de cuentas, no hace más que ocultar las grandes problemáticas por las que sí deberíamos preocuparnos.
Discusiones sobre la violencia contra las mujeres en medios digitales, la comercialización de datos privados de usuarios por parte de grandes empresas, la manipulación de elecciones mediante procesos digitales dudosos, la censura y vigilancia en internet, los discursos de odio propagados por redes sociales, el impacto ambiental de las nuevas tecnologías y las múltiples desigualdades reproducidas en el ambiente digital, son solo algunos de los temas urgentes a los cuales deberíamos prestar atención, si queremos un futuro donde la interacción con la tecnología permita construir una sociedad más justa y sostenible. Como toda tecnología, el uso de las herramientas y plataformas digitales dependerá en todo momento de las decisiones políticas que tomen sus usuarios, los desarrolladores y por supuesto, los gobiernos.
En un momento crucial para la humanidad, vencer la desinformación es de suma urgencia, y esa es una de nuestras metas. Sean bienvenidas y bienvenidos a Sapiens Blog, un espacio donde hablaremos de ciencia y tecnología digital, en el cual podrán encontrar información, opiniones, investigaciones, entrevistas y demás contenido que nos ayude a comprender el funcionamiento, aplicaciones y cómo las últimas innovaciones tecnológicas, además de transformar nuestras vidas, pueden ayudarnos a superar los grandes retos sociales, económicos y ambientales que enfrentamos como sociedad.
Alejandro Quiñonez
